Búsqueda por tema


Búsqueda por palabra

Escribí por lo menos 4 letras que mejor identifiquen la carrera buscada

Más información

Para tener en cuenta

Artículos


Claves para elegir carrera


Para tomar una decisión sin precipitaciones se deben transitar distintas etapas y tomar en cuenta algunas claves que puedan ayudar a salir de la confusión. Para tomar una decisión sin precipitaciones se deben transitar distintas etapas: La investigación, el análisis, la elección y tomar en cuenta algunas claves que puedan ayudar a salir de la confusión y a elaborar un plan de acción.

Primera etapa

La Investigación
Para desarrollar esta etapa se debe tener una actitud activa de investigación. No entusiasmarse con todo ni tampoco desestimar alternativas. Lograr aproximaciones del tipo "puede ser, me parece interesante" o, "no creo que sea lo que busco"... pero no llegar a conclusiones finales.

Las claves que pueden guiarnos son:
Informarse. Primer paso y fundamental. No se puede elegir bien si no se conocen las opciones con que se cuenta. Tomar entonces conocimiento sobre la oferta educativa universitaria y no universitaria, carreras conocidas y desconocidas, su temática, título que otorgan, duración de los estudios. Qué instituciones estatales y privadas las dictan. Informarse también sobre la realidad ocupacional.
Considerar los costos de matrícula y cuotas en instituciones privadas. Tener en cuenta que todas las carreras requieren una inversión en libros y apuntes y que para algunas también se debe prever la compra de materiales para los trabajos prácticos y equipos. También el traslado implica un gasto a considerar.

Preguntarse. Interrogarse sobre intereses, gustos, habilidades con que se cuenta, a qué se aspira, cuánto tiempo y esfuerzo se está dispuesto a invertir.
También dialogar con los padres, profesores, amigos sobre las inquietudes y escuchar las perspectivas que otros tienen sobre el tema.

Andar. Es indispensable conocer las casas de estudio que nos interesen, puesto que nada puede reemplazar esta experiencia. Además, estas visitas pueden ser un buen motivo para salir con compañeros y conocer nuevos barrios, transportes, ambientes y encontrarse con otros que atraviesan una situación similar.
En las oficinas de ingreso de las universidades e institutos terciarios, se pueden recibir informes, no quedarse entonces con dudas, pensar con claridad qué es lo que se quiere averiguar y preguntar tomando notas para evitar olvidos y confusiones. Recorrer también las aulas, pasillos, laboratorios, biblioteca, bares, venta de apuntes y leer las carteleras. Tener en cuenta que las universidades e institutos organizan actividades destinadas a ayudar en la decisión vocacional y que están abiertas a todos los interesados se inscriban o no en dicha casa de estudios. Algunos ejemplos son las conferencias informativas sobre carreras, los talleres de orientación vocacional, seminarios, talleres de simulación profesional, jornadas, etc, sobre las que informamos al final de esta guía.
Al finalizar esta etapa se debe lograr un panorama lo más amplio posible de las alternativas de estudio, inclusive de las que no están dentro de nuestros intereses, porque cuando se elige una carrera, se dice que no a todas las demás y es importante saber a qué se dice no.

Segunda etapa

El Análisis
Dentro de esta etapa la actitud debe ser reflexiva, ahora que ya nos preguntamos sobre nuestros gustos y posibilidades y conocemos las carreras, debemos evaluarlas.

Las claves que pueden guiarnos son:
Organizar. En primer lugar hay que ordenar la información recogida en áreas temáticas. Por ejemplo como están ordenadas en este sitio.

Relacionar. En este momento debemos realizar una correspondencia entre los gustos y aptitudes y las carreras de cada área, descartando las que no están dentro de nuestras expectativas.Prestar atención a qué estamos priorizando, si nuestras preferencias, las posibilidades de empleo, el prestigio, la cercanía a la institución, etc.

Jerarquizar. Con las carreras que no fueron descartadas, confeccionar un listado que parta desde las de mayor interés hacia las de menor interés para nosotros y trabajar sobre ellas completando la información e imaginándonos como estudiantes y profesionales.

Al finalizar esta etapa, se debe lograr una reducción importante de alternativas sobre las que centraremos nuestra atención.

Tercera etapa

La Elección

En esta etapa nuestra actitud es resolutiva. Debemos elegir una opción por lo que tiene de más coherente y equilibrada.

Las claves que pueden guiarnos son:
Proyectar. Armemos un proyecto de estudio y de futuro desempeño profesional, con la carrera que más se ajusta a nuestros intereses y posibilidades. Consideremos que como proyecto, no se termina en la largada sino que habrá que ir construyéndolo.

Seleccionar. Elegiremos aquella carrera que, por decirlo de alguna manera, le otorgamos más puntos y seguramente habrá que dejar de lado algunos gustos a los que se les podría dedicar un tiempo paralelo o integrarlos en el proyecto como parte de nuestro peculiar perfil profesional.

Decidir. La decisión corre por nuestra propia cuenta. Hemos escuchado opiniones y recibido consejos, también averiguamos lo suficiente, pero la decisión la tomaremos en soledad, pues somos nosotros quienes llevaremos adelante el proyecto.

Despejando Dudas

Los pasos que se señalaron para elegir carrera pueden realizarse espontáneamente o con la ayuda de un profesional de la orientación vocacional. Es imprescindible la consulta cuando nos encontramos trabados en cualquiera de las etapas. En este caso el especialista nos ayudará a dilucidar en qué consiste esa traba, pero sólo para que logremos decidir por nosotros mismos.

Qué es la vocación
La vocación, referida al estudio, es un deseo de aprender sobre ciertos temas y llegar a saber hacer lo que con eso se relaciona. Es aquello en lo que resulta interesante y placentero desenvolverse. Su ejercicio produce satisfacciones personales y la necesidad de perfeccionarse, es decir, tratar de ser cada vez mejor. La cuestión es decidir quién ser y la carrera es un medio.
Es común creer que la vocación es algo innato. Esto no es cierto, no se nace para ser médico, publicista, ingeniero o profesor. En todo caso se nace con algunas potencialidades que pueden desarrollarse o no, pero en definitiva la vocación se va construyendo a lo largo de la vida, con la historia personal, los intereses, aptitudes, valores, etc. De allí que para poder definir la vocación, es importante interrogarse y conocerse.

Vengo a que me tomen el test…
Existe una cuestión mágica alrededor de los tests, como si por sí mismos pudieran resolver las dudas de las personas y vaticinar qué les conviene hacer.
Los tests son pruebas de exploración psicológica que deben ser administrados por profesionales idóneos. Hay tests de capacidad intelectual, de aptitudes, de intereses, de personalidad. Cada una de estas pruebas requirió muchos años de preparación y de controles para que sean confiables, y aún así, por sí solas no revelan nada. El profesional orientador las utiliza como un recurso más dentro de su particular estrategia de trabajo. Además, nunca un test puede suplantar la decisión, que en todos los casos, es personal.

Qué es la Orientación Vocacional
En un sentido amplio, O.V. son todas aquellas acciones que se realizan para ayudar a definir la vocación y a elegir carrera u ocupación. Las llevan a cabo las escuelas a través de ferias informativas, paneles de profesionales, confección de carteleras, visitas a instituciones, etc., o las universidades por medio de conferencias informativas sobre carreras y campo ocupacional, talleres participativos, observaciones, olimpíadas, concursos, visitas a las escuelas, etc.
En un sentido estricto, se llama orientación vocacional, a las tareas que realizan profesionales psicólogos, de las Ciencias de la Educación o psicopedagogos, especializados para colaborar con las personas que en determinado momento de sus vidas, necesitan tomar decisiones y elaborar un proyecto educativo o laboral.
Se puede trabajar en forma individual o conformando un grupo. La O.V., es un proceso que demanda tiempo, alrededor de ocho sesiones como promedio.

Quiénes pueden hacer orientación vocacional
Pueden requerir orientación vocacional todas las personas que, en determinado momento de sus vidas, enfrentan la necesidad de tomar decisiones, generalmente relacionadas al pasaje de un ciclo educativo a otro. Así y según la edad, puede aparecer la necesidad de elegir: una orientación para el polimodal, una carrera universitaria o carrera corta, un posgrado o especialización, actividades para el tiempo libre, ocupaciones o definir el perfil laboral.

Las carreras que encontrarás al recorrer este sitio despertarán tu interés.
Hay muchos caminos, elegí el tuyo.

Lic. Teresa Martin
Directora de Re-vista Vocacional



Grupo Re-vista Vocacional:

Universidades BA
© 2019 - todos los derechos reservados